He empezado a revisar la traducción y me he dado cuenta de que está todo sacado del Rincón del Vago. ¡Vaya cagada!
Y eso que la traducción que entregué estaba perfecta... Pero mi cliente contrató a un cateto para que corrigiera mi obra de arte y ha hecho una chapuza.
¡Y encima han publicado en Internet la traducción llena de errores con mi nombre!